Las cataratas son una parte normal del envejecimiento. Cuanto mayor es la persona, mayor es la probabilidad de aparición y progresión de las cataratas. Sin embargo hay ocasiones en que las cataratas aparecen en edades más precoces, sobre todo en personas que padecen determinadas enfermedades como la diabetes , inflamaciones intraoculares y alta miopía entre otras. También pueden aparecer cataratas tras un traumatismo ocular o en algunas familias predispuestas. Casi tres de cada cuatro personas mayores de 75 años padecen de cataratas, la mayoría de las personas que tienen cataratas, las tienen en los dos ojos. Sin embargo, uno de los ojos puede estar peor que el otro, porque cada una de las cataratas se desarrolla con diferente rapidez.
Normalmente las cataratas se manifiestan por una lenta y progresiva disminución de visión, ésta aparece nublada, desenfocada, o como si viera a través de un velo, y que no mejora al cambiar de gafas. Esta disminución de visión suele ser más acusada en ciertos ambientes de luminosidad, por ejemplo en la oscuridad y con focos de luz, conduciendo se tienen problemas ya que las luces le deslumbran, o con luz solar intensa solar. Además se pierde la tonalidad de los colores.
Un examen regular de su vista es todo lo que se necesita para encontrar las cataratas. Su oftalmólogo le pedirá que lea un diagrama con letras (Cartilla de Snellen) para determinar como está su vista. Probablemente le pondrán gotas en los ojos para agrandar las pupilas (los círculos negros en medio de su ojo). Hacer esto le permite al Médico ver dentro de sus ojos. Usando una luz brillante, el Médico puede ver si las lentes están transparentes, y puede buscar otros problemas en la parte interior de los ojos (Fondo de ojo), Despistaje de enfermedades retinales y descarte de Glaucoma.
Existen otros exámenes que se pueden realizar ocasionalmente para comprobar cuanto le afecta la catarata a su vista, y poder tener una referencia para evaluar la mejoría tras una intervención de catarata: